Eduardo Méndez no viene teniendo su mejor momento como presidente de Independiente Santa Fe, ya que el conjunto cardenal está muy cerca de volver a fracasar al no ingresar a los cuadrangulares semifinales del torneo colombiano. Siendo Méndez uno de los grandes responsables por no contratar a jugadores y a un entrenador adecuado para que pudiera realizar un proceso ganador en el equipo bogotano.

Antes de llegar al mundo del fútbol Méndez fue abogado litigante que inició desde abajo en el mundo del derecho. Fue notificador en juzgados de Bogotá, secretario, hasta que llegó a ser juez encargado de la Rama Judicial y luego defensor de policías y miembros del DAS. Ahí comenzó su relación con varios narcotraficantes que vieron en él a un abogado que los podía librar fácilmente de sus crímenes.

La primera vez que Méndez estuvo en una cárcel por culpa de un narco fue en 1994 cuando Fernando Montañez se fugó de la cárcel y estuvo año y medio en La Modelo sindicado de fuga de presos y favorecimiento de fuga. Estando en la cárcel se hizo amigo de César Villegas Arciniegas, expresidente de Santa Fe que también estaba preso, salpicado por el proceso 8000.

Cuando asesinaron a Villegas, la familia del expresidente le pidió el favor a Méndez que tomara las riendas del club, con la intención de que pudiera sacar al equipo de la crisis económica. Bajo su mando el equipo bogotano regresó a disputar finales y aunque no las ganó pudo tener un respiro con una política de fuerte inversión que recuperó al club.

En 2007 tuvo su segundo lío con sus clientes, cuando le avisó a su cliente, el narcotraficante Rafael Caicedo que lo iban a capturar para que se escapara. Siendo condenado por la justicia de Estados Unidos. Luego de esto regresó a Colombia con la idea de poder seguir ligado al fútbol. Siendo presidente del Unión Magdalena, con el que logró ascender a primera división luego de 13 años.

Luego de su paso por el conjunto bananero regresó a Santa Fe para arreglar la crisis en la que Juan Andrés Carreño lo dejó, con deudas superiores a 5 millones de dólares. Lastimosamente para Méndez y toda la afición santafereña su paso no ha sido el mejor, ya que el equipo ha tenido malas campañas, siendo el hazmerreír del mundo, por su última participación en la Copa Libertadores. Fracasos que lo han llevado a ser odiado por la afición cardenal, que está pidiendo a gritos su renuncia.